El que la receta lleve el nombre de «de base», como ya podéis imaginaros es tan sólo porque las vamos a utilizar no en una sino en más de una receta. Incluso en sí mismo estas Setas de base son una receta en sí. Si no me crees has la prueba de cocinarlas y deleitarte tal cual salen.

Los ingredientes, pocos pero buenos, como es normal en este blog.

Pizcos de setas, podríamos haber utilizado setas enteras, pero la verdad, para después cortarlas para añadirlas a otros platos mejor comprarlas así.

Un vaso de vino fino, en este caso un poquito del Piedra Luenga que me regalaron al vendimiar mi cepa ecológica.

Cinco o seis dientes de ajo.

Un buen chorreón de aceite de oliva virgen extra.

Doramos los ajos, piel incluida, en aceite de oliva.

Cuando estén doraditos añadimos los pizcos de setas y cuando veamos que casi están le añadimos un vasito de vino fino de calidad.

Dejamos que reduzca un poco para que la salsita coja un poco de cuerpo.

Al final nos debería quedar un plato como el de más abajo.

Creo que no tienen mala pinta, ¿verdad?

 

Estas setas las podremos comer tal cual quedan en esta entrada, podemos utilizarlas para acompañar alguna carne, un arroz, como parte de un pastel de verduras… ¿se te ocurre para alguna otra receta?