Aquí andamos con otra de esas recetas que no es que sean fáciles, es que es simple. Y como casi todas las cosas simples sale y sabe rica rica.
Esta mañana al ir a la frutería-verdulería vi unos champiñones de tal tamaño que me costó trabajo no llevarme una docena para hacer algo con ellos. Como con casi todas mis recetas empezaron siendo una cosa para acabar siendo lo que han sido.
Por si a alguien no le gustan las gambas os diré que empezaron siendo unos champiñones laminados con jamón serrano, después se convirtieron en unos champiñones rellenos de carne picada y acabaron siendo unos estupendos champiñones rellenos de gambas y queso emmental, con su toque de vino fino ecológico Piedra Luenga y un extraordinario aceite de oliva virgen extra ecológico de Alcubilla que me regalaron en mi reciente visita a la almazara (en la medida de lo posible me gusta conocer el origen de lo que comemos en casa).
Ingredientes
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Una docena de champiñones bien hermosos.
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200 gr. de gambas peladas.
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100 gr. de queso rallado emmental.
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Un vasito de vino fino Piedra Luenga Ecológico.
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Un vasito de aceite de oliva virgen extra ecológico Alcubilla.
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Pimentón
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Sal.
Pd. Los pies que aparecen en la foto no hace falta que los incluyáis en la receta, pero para hacer la foto no veía necesario cortármelos. Somos como somos.
Manos a la obra
Lo primero que haremos es separar las dos partes de los champiñones, es decir, la cabeza y el tronco.
Al tronco le recortaremos y desecharemos la parte que lleva tierra para que cuando nos lo comamos no nos la encontremos, que ya sabéis lo incómodo que es encontrarse tierra en la comida.
Limpiaremos muy bien bajo el chorro del agua tanto las cabezas como los troncos. Una vez limpios los troncos los cortaremos, sobre todo en en este caso sado el grosor que tenían.
Secamos las partes para que no nos añadan más agua de la que ya llevan de por sí los champiñones.
En una bandeja para hornos dispondremos las cabezas boca arriba, es decir, con el agujerito mirando al techo. Y los trozos de tronquitos los pondremos entre las cabezas.
En el hueco de la cabeza pondremos una pizca generosa de sal, un poquito de vino y un chorreoncito de aceite. A los tronquitos le echaremos también un poquito de todos estos magníficos ingredientes.
Una vez que tengan los líquidos elementos en su interior le pondremos cuatro o cinco gambas en su interior. Lo de cuatro o cinco es porque son las que le cupieron a los míos, aunque a alguno también le pude poner seis o siete.
Al que le guste el pimentón este es el momento de añadirlo. En esta ocasión, sólo le eché pimentón a tres de los doce champiñones, ya que estábamos de prueba, y no era plan de un posible estropicio generalizado. Salieron buenísimos con el pimentón.
Después de colocar las gambas y el pimentón, si optamos al final optamos a ello, es el momento de cubrirlos con el queso emmental rayado.
Debería quedar algo parecido a las fotos de abajo.
Y ahora llega el momento de introducirlos en el horno. Nosotros lo pusimos a 200º unos 20 minutos, pero ya sabemos que no todos los hornos son iguales. Debemos tener cuidado de que el gratinador sólo ponerlo al final para tostar el quesito.
La pinta es excelente; así que los voy a preparar esta noche de Viernes. Ya os contaré el resultado. Saludos
Sí señor, lo breve y bueno, dos veces bueno.
Vaya pinta que tiene eso, y no quiero ni pensar el sabor y olor…….!Salud!
Que maravilla de receta,siempre fáciles y gustosas