Hace unos días, por motivos que empezaron siendo meramente profesionales en una reunión con unos clientes coincidí con Fabiola, excelente consultora del área de e-learning y cosas de la vida para comenzar suavemente la reunión comenzamos a tres bandas comentando la última semana. En mi turno comenté que hacía unos días había comenzado la locura de este blog de cocina, de cocina familiar, y que como ingredientes casi básicos eran el buen aceite de oliva y el vino, de Montilla Moriles, por supuesto.
Al comentar esto, Fabiola me comentó que su madre también es una gran aficionada a la cocina y a los vinos de nuestra tierra, y que incluso había escrito un par de libros sobre el tema. No sólo aficionada, sino una gran documentada.
Cual no fue mi sorpresa cuando en la reunión siguiente me tenía preparado un ejemplar del libro de su madre, dedicatoria incluida para un servidor. Ni os cuento la ilusión que me ha hecho. Empapándome del buen saber en mis ratos libres.
Menuda suerte la mía.
Como me encanta poder compartir todo lo referente a la cocina, aquí os dejo una fotografía de la portada del libro, y lo más ilusionante de todo, la dedicatoria que a tenido a bien regalarme. Espero que os guste tanto como a un servidor.