Carne picada básica

Ayer noche me escribía un amigo de esos de los de toda la vida, pero que por circunstancias de la vida llevaba tiempo sin hablar con él, aunque gracias al diosesillo Facebook sabía de él.

Javi, me contaba que llevaba un tiempo viendo en mi muro de Facebook algo de “Cocina de batalla” y que se metió por pasar el rato atraído por el bocata de choriqueso y distraerse un poco. Que le parecía muy didáctico y bien explicado. Lo mejor es que me ofrecía el siguiente reto “cuando te canses de darle de comer a nos niños haz un blog que se llame «cocina para solteros» o «como hacer un menú semanal en condiciones esos que no sabéis freír un huevo»”…

La verdad es que me hizo mucha ilusión leerlo por el blog, y cariñosamente le contesté:

Respecto a lo de cocina de solteros, emancipados, divorciados y otros entes autónomos este mismo blog te sirve.
Las recetas o bien son fácilmente realizables en cantidades individuales o bien son congelables en raciones para ir tirando de congelador pero con comida sana. Aquí en casa también lo practicamos y funciona, también lo hacía en mi época de soltero, cocinaba a toda máquina un fin de semana al mes y congelaba en tupper para el mes.

Pensando en él y en mi etapa de soltero, de cuya época prefiero no acordarme… he preparado esta receta básica y de base, de esas que en las familias “tiramos” bastante para facilitarnos el día a día.

Nos va a servir de mucho y para mucho. Sirve para acompañar una pasta, un puré de patatas, hacerse un sándwich, incorporárselo a un arroz, a unas patatas fritas con un huevo frito, a un revuelto, a unas setitas, hasta se puede comer sin nada más.

Vamos, una receta de esas que en mi casa se consideran de fondo de nevera.

Vamos al lío del Montepío.

Ingredientes:

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  • Un kilo de carne picada, al gusto, en casa normalmente usamos mitad cerdo mitad ternera. Si alguien prefiere pollo o pavo también sirve.
  • Un vasito de vino fino, si es ecológico, mejor que mejor. Ya sabéis de mis preferencias, el que tenga dudas que mire la foto.
  • Un buen chorreón de aceite de oliva virgen extra ecológico. Mi preferencia, el de Alcubilla de la familia Luque.
  • Cinco dientes de ajo.
  • Un poquito de romero y de tomillo.
  • Una cucharadita de pimentón dulce del güeno*
  • Sal, al gusto o necesidad, que también es una medida.

*El pimentón es opcional, para mi gusto le da un sabor muy rico, me trae recuerdos a la famosa prueba de matanza.

Modus operandi

En una cacerola ponemos el buen chorreón de aceite. Mejor en cacerola que en sartén par que salpique menos… ya se sabe que cuanto menos salpique menos habrá que fregar y recoger.

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En el aceite ponemos a dorar los cinco dientes de ajo sin pelar, así al que no le gusten les será más fácil retirarlos.

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Doramos los ajitos

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Cuando los dientes de ajo estén dorados añadiremos tomillo y romero al gusto de cada cual. Hay que tener mucho cuidado porque se dora muy rápido… tan rápido que no me dio tiempo ha hacer la foto. Sorry.

A continuación añadimos la carne picada

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Espolvoreamos el pimentón sobre la carne …

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… y el vasito de vino fino.

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Removemos para que se incorporen bien todos los sabores y cuando veamos que está como a la mitad del proceso de cocinado rectificamos de sal.

En unos diez o quince minutos tendremos una maravillosa cacerola de carne picada muy válida para todas las ideillas que os comentamos al principio.

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Ahora lo único que queda que hacer es buscarse unos tupper del tamaño adecuado, individual, pareja o colectivo y congelar para poder hacer uso de ellos en el momento que necesitemos.

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