Hace un par de semanas tuve la suerte de poder disfrutar de una jornada de campo entre nuestras madrinas y sobre todo con grandes y buenos amigos que siguen creciendo y enraizándose en nuestras vidas gracias al buen hacer de la familia Robles al completo.
Archivo de la categoría: Anecdotario
Menudo detalle, vamos, detallazo.
Hace unos días, por motivos que empezaron siendo meramente profesionales en una reunión con unos clientes coincidí con Fabiola, excelente consultora del área de e-learning y cosas de la vida para comenzar suavemente la reunión comenzamos a tres bandas comentando la última semana. En mi turno comenté que hacía unos días había comenzado la locura de este blog de cocina, de cocina familiar, y que como ingredientes casi básicos eran el buen aceite de oliva y el vino, de Montilla Moriles, por supuesto.
Al comentar esto, Fabiola me comentó que su madre también es una gran aficionada a la cocina y a los vinos de nuestra tierra, y que incluso había escrito un par de libros sobre el tema. No sólo aficionada, sino una gran documentada.
Los cuchillos de mi suegro
Cómo si de una premonición pre-blog se tratase hace unos meses me regalaron un juego de cuchillos cerámicos que son toda una delicia en la cocina.
¿Quien?, pues mi querido suegro, Gonzalo, que por casualidades de la vida se llama igual que mi hijo mayor. Coincidencias de la vida, no fue por hacerle la pelota.
Cortar, cortan que es puro placer, tan bien cortan que ya van dos veces que me he rebanado un dedo… pero por ahora no dejo de usarlos. Aprenderé a tener más cuidado.
No se si otros cuchillos vendrán con la misma presentación, pero la verdad es que la fundita con la que viene protegida la hoja es muy útil. Sobre todo para cuando los guardas en el cajón de la cocina.
Catando el Piedra Luenga Verdejo 2011
Cómo os adelanté hace unos post, el viernes 21 de Octubre estuve disfrutando en la I Jornada de “El sabor de lo ecológico”. Pues bien, en al final de la jornada como ya sabréis hubo una demostración de cocina en directo y lo que se me pasó comentar fue que los vinos que se sirvieron gracias a la colaboración de dos bodegas, Bodegas Robles (Montilla, Córdoba) y Bodega y Viñedos ValleBravo (Puente de Génave, Jaén).
De entre los vinos aportados tuve la agradable fortuna de que me regalaron una botella de un Piedra Luenga Joven Verdejo, que por no haber llegado las etiquetas a tiempo estaba camuflado en una botella que no era la suya por la ilusión de la familia bodeguera de mostrarlo en este evento ecológico.
Mi afición por los vinos no me acredita ni mucho menos como catador, reconozco que hubo un tiempo en los que viví en Madrid que realicé tres o cuatro cursos de cata y alguna que otra cata dirigida. Pero claro, de recuerdos no debe vivir el hombre. Y espero que no se me haya olvidado mucho el tema.
Jornada el sabor de lo ecológico
El pasado viernes 21 de Octubre tuvimos la suerte de poder asistir en Córdoba a la primera edición de “El sabor de lo ecológico”, encuentro promovido por el equipo de Incentifor. Decir todo el encuentro estuvo a la altura de las expectativas es quedarse un poco corto, estuvo sensacional. Un 9.5 para la organización, dejemos un pequeño margen de mejora para la próxima edición.
Dicho esto vamos a lo que nos interesa. En un principio comentar que estaba por allí por motivos profesionales, era el primer acto donde se presentaba públicamente el nuevo proyecto en el que como profesional estoy involucrado un metro cuadrado (el enlace no es que no funcione, sino que la web no estará operativa hasta dentro de un par de días, sorry, pero así os dejamos con la intriga un par de días). Mi sorpresa fue ver que además de las charlas propiamente institucionales me lleve la gratísima sorpresa de que habría una mesa con grandes chefs y monstruos de la gastronomía andaluza y por ende internacional.
Pensando en mi costilla de ternera…
Pues eso, mientras que pensaba en la costillita con al que me voy a premiar después de una excelente semana de repente me acorde de uno de esos pequeños caprichos “súper útiles” que de vez en cuando le acompañan a uno después de una feria de gastronomía, de visitar la sección de cocina de alguna buena gran superficie, o como es el caso de este capricho de mi última visita a mi hermano, amigo y gastrónomo Rafa a los EEUU, por desgracia hace ya mucho tiempo.
Sin más dilaciones os presento a mi pequeña infiltradora.
¿Alguna recomendación?
Muy buenas, como seguramente habréis leído en alguna parte del blog, nos gustaría que fuera colaborativo, así que más que un reto os lanzamos un SOS para que nos iluminéis.
Os contamos.
Esta tarde al ir al súper de al lado de casa a comprar los aperos para un cocido exprés (que en breve colgaremos) se ha venido conmigo una “sola y pequeña” costilla de ternera de algo más de kilo y medio. Más que de ternera parece de diplodocus.