Esta receta y el ingrediente principal nos llegan a través de Mamen, una amiga de mi mujer, que posiblemente no tenga ni idea de la existencia de esta suerte de “repositorio” gastronómico.
En este caso, además, no seguiremos la estructura “normal” de nuestras recetas, sino que conforme viene escrita la receta le añadiremos las fotografías explicativas.
Lo transcribo tal cual reza en la copia que nos ha llegado a nosotros. Sigue leyendo
Pues esta es nada más y nada menos que la segunda receta que nos ha regalado Gonzalo en esta fría tarde de Febrero.
Como comentaba en la receta del arroz con leche, ha estado “investigando” en la hora de la siesta entre los libros y cuadernos que tenemos en casa con recetas y cogió uno de Carmen en el que le llamó la atención esta receta. Rosa, es una de las hermanas mayores de mi querida suegra que tiene un recetario manuscrito por el que estaría dispuesto a perder hasta alguna arroba por que me lo dejaran un fin de semana… un auténtico pozo de sabiduría culinaria.
La receta, como bien podéis imaginar no es ni siquiera simple, lo realmente especial es que es la primera colaboración de mi primer pinche en Cocina de Batalla, Gonzalo, que cómo buen alumno aventajado quiere empezar a despegar y hacer sus pinitos en los fogones. Y para rizar el rizo para la ocasión oficiaba de pinche primero el terremoto rubio, Carmen.
Llevaba poco más de un mes sin escribir en el blog y me estaba pesando bastante. Mas que nada porque me he encontrado por la calle y por la web a más de un amigo que me ha preguntado el porqué no había publicado estos días… pues ni yo lo sé. Esperemos que no vuelva a desconectarme tanto tiempo, y máxime cuando tengo más de treinta recetas fotografiadas.
El nombre ha salido un tanto rocambolesco y hasta pretencioso, pero la verdad es que lo único que es cierto es que con esta receta le he arrancado a mi mujer un “está espectacular”… y eso justifica un nombre así u otro casi peor.
Quitando el temita del nombre, es una receta en línea con nuestra idea, cocina fácil y que guste a toda la familia.
Lo del jabalí, no es una pijada, cuesta casi lo mismo que la ternera y es una carne muy interesante para experimentar y probar nuevos sabores. Para comprarla lo único que hay que ir es a tu carnicería habitual y pedirla o pasarte por el Carrefour que la tienen todo el año.
Anoche, que como era viernes y los niños en teoría no tendrían que madrugar al día siguiente decidimos jugar a hacer una receta que les gusta mucho: huevos chinos.
Lo del que no tendrían es tan sólo pura teoría, parece que tienen un detector interno que les indica que días de la semana tienen que ir o no al cole y como es lógico de lunes a viernes hay que despertarlos y cuesta su trabajito y los festivos y fines de semana tocan diana o maitines, que los hay que madrugan más que los gallos.
Pues eso, aprovecho que el mayor se ha despertado hace más de una hora (7:00 am) para colgar esta receta.