Filetes de pechuga con empanado doble

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Llevaba poco más de un mes sin escribir en el blog y me estaba pesando bastante. Mas que nada porque me he encontrado por la calle y por la web a más de un amigo que me ha preguntado el porqué no había publicado estos días… pues ni yo lo sé. Esperemos que no vuelva a desconectarme tanto tiempo, y máxime cuando tengo más de treinta recetas fotografiadas.

La receta es fácil como todo lo que cae por aquí. La única complicación que tiene esta es lo del empanado doble, homenaje a mi abuela Cuqui, que me los hacía así en la época que me tuvo acogido en su casa en Cádiz. Bueno, así, así no, realmente los suyos eran de solomillo de cerdo y sometidos a martillo durante un buen rato. Sólo de acordarme me pasa como a los perros de Paulov.

Ingredientes:

  • Dos pechugas de pollo.
  • Vino fino, en nuestro caso ya sabéis, vino ecológico de Bodegas Robles.
  • Pan rallado.
  • Cuatro huevos.
  • Sal.

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La creación:

Fileteamos las dos pechugas del grosor que nos guste y las ponemos en un bol bien cubiertas sólo con el vino fino. (De estos pasos no tengo fotos ya que la “maquinita” se me quedó sin batería).

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Los dejamos macerando durante unas horas, en mi caso fue la noche entera.

Cuando los vayamos a usar le añadimos un rato antes la sal y volvemos a mezclar para que se diluya y reparta homogéneamente.

Mientras tanto, batimos los huevos en un plato hondo,

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Pondremos el pan rallado en otro plato hondo y comenzaremos a empanar.

Directamente del vino sacaremos los filetes y los pondremos sobre el pan rallado, primero sobre una cara y después por la otra. Antes de darle cada vuelta le daremos unos golpecitos con los nudillos para que se pegue bien el pan.

Este paso hay quién lo hace con harina, y el siguiente con el pan. En nuestro caso, y dado que la idea es el empanado doble, suprimimos el paso de la harina, para no cargarlo demasiado de calorías. Una cosa es que no sean unos filetes muy ligeritos y otra cosa es eso, otra cosa.

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A continuación lo pasamos vuelta y vuelta por el huevo batido.

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Una vez que esté bien “tomao” lo volvemos a pasar por el pan rallado, vuelta y vuelta, eso sí, que no se nos olvide darle unos golpecitos para que se impregne bien.

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Mi recomendación es freirlos una vez que los tengamos todos empanados. Si bien, estos filetes son una buena solución para nuestro fondo de congelador ya que una ves en faena se tarda poco más en empanar dos que cuatro pechugas. De todas formas, dos pechugas dan mucho juego, y como veréis más adelante pueden de dos pechugas pueden salir bastantes y nosotros no hemos sido capaces de acabar con ellos, ni echándoles mayonesa ;))

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Al freírlos mi recomendación es hacerlo con aceite de oliva virgen extra, y que al sacarlos de la cacerola los pongáis bien sobre papel de cocina o en un escurridor en vertical, para que queden con la menor cantidad posible de aceite (frio en cacerola en lugar de sartén para evitar manchar la  cocina y encimera, ya sabéis que cuanto menos ensuciemos menos  habrá que limpiar, no es más limpio el que más limpia sino el que menos mancha).

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Para que os hagáis una idea, de las dos pechugas han salido todos estos filetes.

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A la hora de comérselos, podemos hacerlo en caliente, en frio, solos, acompañados de salmorejo, de mayonesa…. podemos dar fe de que cualquiera de estas maneras están buenos.

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3 pensamientos en “Filetes de pechuga con empanado doble

  1. Hola Alfonso: Te dejo una variante italiana para tus filetes empanados que te sorprenderá. Cuando tengas los filetes fritos, en una bandeja para el horno pones tomate frito, queso para fundir (mozzarela) y hojas de albahaca fresca, una capa de filetes y repetimos de nuevo. Luego lo metemos en el horno hasta que el queso funda. está para chuparse los dátiles. Te dejo que la cuelgues al estilo familiar. Ya me cuentas.
    Abrazos

  2. Me encanta la pechuga empanada casera!!! Imprescindible freir en virgen extra. Probaré lo de macerar en vino.

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